2.6.09

::no dormía jamás::


Tengo ganas de decirte que ya no me importa que llueva pero todas las ventanas están apagadas menos esa. Mis pasos al subir las escaleras tienen ecos de gato o sonido de gotas de sangre que resbalan desde la nariz y caen. Eco. Nada pasa realmente, nunca encuentro al asesino del otro lado de la puerta, nunca olvido apagar las luces antes de salir. Yo no esperaba entender nada para el verano y me encuentro con que las brujas han hecho en mi pecho su nido. Te extrañaba en los sueños de talco, te necesitaba a ti cerrando puertas de herrería negra.
Mi vida pasó de largo como un río largo y profundo, y hace cinco años que no estás.

1 comentario:

Isabel Tejada Balsas dijo...

nunca encuentro al asesino del otro lado de la puerta

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