13.6.09

::esperando que caiga la noche::


En el sueño todo el mundo podía dar vueltas y transformarse en otro mientras yo seguía leyendo. Del cabello rojo al cabello negro, el hombre de papel (que era mi hombre de papel) despreciaba a los viejos amores que no hablaban francés. Sospechaba un gran símbolo en todo aquello pero en realidad no sabía. Hay muchas puertas y muchas manos sin rostros que las tocan. Yo me encierro en un cuarto y continuo leyendo. Alguien habla de escaparnos, de viajar, de detenernos en pueblos polvorientos y con demasiado calor. Yo pienso que vale la pena: en el viaje todo está cerca, el mundo es un solo escenario.
Pero no puedo terminar el libro. Es mi historia y las hojas finales están rotas.

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